La sentencia n. 36942 del 18 de septiembre de 2024, emitida por la Corte de Casación, ofrece una importante reflexión sobre el tema de la responsabilidad por omisión, en particular en relación con el nexo de causalidad. Esta decisión se inserta en un contexto jurídico complejo, en el que el establecimiento de la responsabilidad requiere un análisis riguroso de las conductas omisivas y de las consecuencias que de ellas derivan.
En materia de responsabilidad penal, la Corte ha aclarado que el establecimiento del nexo causal en caso de conducta omisiva debe seguir dos fases distintas:
El caso específico se refería a la muerte de un paciente con graves patologías cardíacas, por la cual la Corte excluyó la responsabilidad del médico que había realizado una intervención de extracción de una gasa olvidada. La razón de esta exclusión radica en el hecho de que no se había alcanzado la prueba, más allá de toda duda razonable, de que la muerte fuera atribuible a la intervención misma.
Responsabilidad por omisión - Establecimiento - Fases - Juicio llamado explicativo - Juicio llamado contrafactual - Consecuencias - Supuesto. En materia de nexo de causalidad, el establecimiento, en caso de conducta omisiva, debe llevarse a cabo mediante un juicio preliminar llamado explicativo, referido a la reconstrucción, con certeza procesal, de lo que ha ocurrido en el plano natural y un posterior juicio llamado contrafactual, implicativo o predictivo, destinado a verificar si la conducta debida omitida, de haberse llevado a cabo, podría haber impedido el evento, obstaculizando el resultado negativo del juicio explicativo, aun en presencia de un comportamiento culposo, a la afirmación de responsabilidad. (Supuesto relativo a homicidio culposo, en el que la Corte consideró inmaculada de críticas la decisión que había excluido la atribución eziológica de la muerte de un paciente, afectado por graves patologías cardíacas, a la intervención de extracción de una gasa olvidada en el intestino, dado que, en ausencia de autopsia, no se había alcanzado la prueba de que el fallecimiento hubiera ocurrido, más allá de toda duda razonable, por la presencia de la gasa o por la intervención de extracción de la misma).
La sentencia n. 36942 de 2024 no solo aclara los principios de responsabilidad por omisión, sino que también subraya la importancia de un establecimiento riguroso y fundamentado en pruebas concretas. En un contexto legal en el que las decisiones pueden tener repercusiones significativas, es fundamental que los operadores del derecho comprendan las fases de evaluación del nexo de causalidad, tanto explicativo como contrafactual. Esta sentencia representa, por lo tanto, un importante avance en la jurisprudencia y ofrece puntos de reflexión para futuros casos similares.