La reciente sentencia de la Corte Suprema, Sez. IV, del 6 de noviembre de 2024, n. 40682, ha llamado la atención sobre la responsabilidad penal de los empleadores en el ámbito de los accidentes laborales. En particular, los miembros del consejo de administración de PAVER CONSTRUCCIONES han sido considerados culpables de homicidio culposo a raíz de la muerte de un trabajador aplastado por una losa prefabricada. Esta decisión no solo aclara las responsabilidades penales en los contextos laborales, sino que también subraya la importancia de una gestión de la seguridad adecuada y de procedimientos de control efectivos.
En el caso examinado, el trabajador D.D. falleció debido a un grave accidente ocurrido durante las operaciones de vertido de hormigón. La Corte ha determinado que el vuelco de la losa prefabricada fue causado por graves errores en las fases de producción e instalación, con responsabilidades directas de los miembros del consejo de administración, A.A., B.B. y C.C. Estos últimos, en virtud de sus posiciones, tenían el deber de garantizar la seguridad en el trabajo y el cumplimiento de las normativas.
La responsabilidad penal no puede restringirse a una mera posición de garantía, sino que debe estar relacionada con una efectiva falta de controles y procedimientos de seguridad.
Los recurrentes impugnaron la sentencia, argumentando que la condena se basaba en una responsabilidad de posición y no en una efectiva violación de las normas de seguridad. Sin embargo, la Corte confirmó que, a pesar de la existencia de delegaciones de funciones, la responsabilidad penal no se agota en un mero acto formal, sino que debe considerar la organización y gestión real de la seguridad. Se subrayó cómo las deficiencias organizativas y la falta de procedimientos de control tuvieron un papel determinante en el accidente mortal.
La sentencia de la Corte Suprema representa un importante llamado para todos los empleadores, destacando que la responsabilidad penal por accidentes laborales es una cuestión seria y compleja, que no puede ser eludida a través de delegaciones formales. Es fundamental que las empresas implementen procedimientos de seguridad efectivos y que los altos directivos asuman la responsabilidad de garantizar un ambiente de trabajo seguro para todos los empleados. La seguridad nunca debe estar subordinada a intereses económicos.