La sentencia n. 21245 de 2012 de la Corte de Casación representa un importante pronunciamiento en materia de responsabilidad profesional médica. El caso en cuestión se refiere al recurso presentado por B.C. y T.A. contra la Gestión Liquidatoria de la disuelta USSL de Rho, tras la muerte de su familiar, B.A. La Corte ha abordado cuestiones cruciales relacionadas con el nexo de causalidad y la posibilidad de indemnización por pérdida de oportunidad.
La situación se origina en la solicitud de indemnización por daños por la muerte de B.A., ocurrida a causa de un supuesto error diagnóstico y una omisión de intervención por parte del personal médico. Inicialmente, el Tribunal de Milán rechazó la solicitud de indemnización, decisión que fue confirmada por la Corte de Apelación. Los recurrentes se dirigieron luego a la Casación, la cual anuló la sentencia con reenvío, subrayando la importancia de examinar si existía un error diagnóstico y si el paciente tenía probabilidades razonables de supervivencia.
La pérdida de oportunidad no es una mera expectativa de hecho, sino una entidad patrimonial independiente, jurídicamente y económicamente susceptible de valoración autónoma.
En la sentencia de 2012, la Corte reafirmó que, para establecer la responsabilidad médica, es necesario demostrar un nexo de causalidad material entre la conducta del médico y el evento dañino. En este caso, la Corte determinó que incluso en el caso de un diagnóstico oportuno, las probabilidades de supervivencia de B.A. habrían sido reducidas al mínimo, situándose alrededor del 10%. Por lo tanto, no era posible atribuir la responsabilidad a la entidad hospitalaria. La Corte también recordó que la pérdida de oportunidad, considerada como una posibilidad concreta de obtener un resultado positivo, debe ser expresamente solicitada en el recurso, no pudiendo ser deducida automáticamente.
La sentencia n. 21245 de 2012 de la Casación ha tenido un impacto significativo en la jurisprudencia sobre responsabilidad profesional sanitaria. Aclara que, para obtener una indemnización, es esencial demostrar no solo la conducta negligente de los médicos, sino también el nexo de causalidad que vincula dicha conducta al evento dañino. Además, la cuestión de la pérdida de oportunidad debe ser formulada y motivada adecuadamente en el recurso, para que el juez pueda examinarla. Este pronunciamiento representa un paso importante hacia una mayor protección para los pacientes y una responsabilización de los profesionales de la salud.