El 7 de marzo de 2024, la Corte Suprema de Casación emitió la sentencia n. 16716, que aborda el delicado tema de la declaración de adoptabilidad de una menor, D.D., tras la inadecuación parental de la madre, A.A. Esta decisión se inscribe en un contexto jurídico complejo, donde la protección del interés superior del menor es de primordial importancia.
La Corte de Apelación de Venecia, confirmando la decisión del Tribunal de Menores, estableció que la madre no era capaz de garantizar un ambiente psico-físico adecuado para el crecimiento de su hija. A.A. presentaba graves patologías psiquiátricas, las cuales habían comprometido su capacidad parental. La sentencia hizo referencia al artículo 1 de la Ley 184/1983, que regula las adopciones y subraya la necesidad de garantizar a los menores un futuro sereno, lejos de situaciones de abandono.
La Corte de Apelación constató la total inidoneidad de la madre, del padre y de la abuela para desempeñar el rol parental, destacando la imposibilidad de una recuperación en tiempos breves.
La sentencia puso de manifiesto que, a pesar de los intentos de apoyo a la parentalidad y el monitoreo por parte de los servicios sociales, A.A. nunca mostró avances significativos. En particular, la Corte observó:
La jurisprudencia italiana, en particular el artículo 8 de la Ley 149/2001, enfatiza la importancia de garantizar el derecho del menor a crecer en un ambiente adecuado. La Corte consideró que los intentos de recuperación habían sido exhaustivos y que la situación de abandono era evidente, justificando así la declaración de adoptabilidad.
La sentencia n. 16716/2024 de la Corte Suprema reafirma la centralidad del interés del menor en el derecho de familia. Subraya cómo la evaluación de la idoneidad parental debe realizarse con atención y rigor, considerando las condiciones específicas de cada caso. La decisión de la Corte Suprema representa un importante precedente, confirmando la necesidad de intervenciones rápidas y apropiadas en favor de los menores en situaciones de vulnerabilidad.