La sentencia de la Corte de Casación n. 18846 de 2016 representa un importante punto de referencia en materia de sustracción internacional de menores. En este caso, el tribunal tuvo que decidir si era legítimo el regreso de la menor L.C. a los Estados Unidos, frente a las preocupaciones expresadas por la madre respecto a la seguridad de la niña y a los problemas del padre.
El caso tuvo su origen en una solicitud del padre, L.P., para la restitución de la hija, que se encontraba en Italia con la madre, D.P. El tribunal de menores inicialmente dispuso la inhibición de la salida del país, pero posteriormente autorizó el regreso de la menor basándose en diversas consideraciones. Entre estas, el tribunal reconoció el derecho de custodia compartido entre los padres y evaluó que la menor estaba establemente integrada en el contexto familiar del padre.
El tribunal excluyó la existencia de situaciones que obstaculizaran el regreso de la menor, considerando que los problemas del padre no constituían un peligro físico o psíquico para la hija.
No obstante la decisión del tribunal, la madre impugnó la legitimidad de la actuación, sosteniendo que los problemas del padre, incluida la dependencia del alcohol y comportamientos inapropiados, podrían exponer a la menor a situaciones de riesgo. La Corte de Casación destacó la necesidad de un análisis profundo de las condiciones de vida de la menor y de la efectividad del ejercicio del derecho de custodia.
La sentencia en análisis reafirma la importancia de considerar las opiniones y temores del menor, especialmente cuando ha alcanzado una edad en la que puede expresar discernimiento. La Corte acogió los motivos de recurso de la madre, subrayando que, en ausencia de una adecuada evaluación de las razones del rechazo de la menor, el regreso no puede ser considerado legítimo. Este caso subraya la delicadeza de las cuestiones relacionadas con la sustracción internacional de menores y la necesidad de un enfoque que proteja los derechos y el bienestar del menor.