La sentencia n. 9293 de la Corte Suprema de Cassación, publicada el 4 de abril de 2023, aborda un tema de gran relevancia en el derecho de familia: la liquidación del mantenimiento y la indemnización por daño endofamiliar. Este caso ofrece una valiosa oportunidad para reflexionar sobre los derechos de los menores y las responsabilidades de los padres, destacando los desafíos relacionados con la figura paterna y su papel en la vida de los hijos.
El caso en cuestión ve a A.A. recurrir contra la sentencia de la Corte de Apelación de Nápoles, que había confirmado las disposiciones del Tribunal sobre el mantenimiento de la hija C.C. y el reconocimiento del daño endofamiliar. La Corte estableció que A.A. debía pagar una contribución mensual de 400 euros para el mantenimiento de la hija y una indemnización de 25.000 euros por el daño sufrido por la menor debido a su ausencia.
La sentencia destaca cómo la ausencia del padre puede generar un daño no patrimonial significativo, influyendo profundamente en la vida del menor.
Un elemento clave de esta sentencia se refiere a la evaluación del daño endofamiliar. La Corte reconoció que la ausencia del padre ha causado un perjuicio para la hija, relacionado con la privación de afecto y apoyo moral. Este aspecto se conecta con el principio de protección del menor, consagrado en el artículo 3 de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño, que impone a los Estados garantizar el mejor interés del niño.
La sentencia de la Corte Suprema representa un importante paso adelante en la protección de los derechos de los menores. Reitera que los padres tienen la obligación de garantizar un adecuado apoyo económico y moral a sus hijos. Al mismo tiempo, destaca cómo la ausencia de uno de los padres puede conllevar un daño no patrimonial, requiriendo una indemnización adecuada. En un contexto jurídico en constante evolución, es fundamental que las sentencias reflejen la importancia de la figura paterna y, en términos más generales, de la responsabilidad parental en la vida de los menores. La Corte Suprema, con esta orden, no solo proporciona claridad jurídica, sino que también promueve una mayor conciencia sobre los derechos de los más jóvenes.