La decisión de trasladar la propia residencia, y en consecuencia la de los hijos menores, representa un momento delicado y complejo en la vida de dos padres separados o que ya no conviven. A menudo, esta elección nace de nuevas oportunidades laborales, del deseo de acercarse a la familia de origen o de la búsqueda de un contexto de vida mejor para uno mismo y para los propios hijos. Sin embargo, cuando se comparte la responsabilidad parental, un paso tan importante no puede darse unilateralmente. Comprender el procedimiento correcto, los derechos y los deberes de cada progenitor es fundamental para actuar respetando la ley y, sobre todo, para tutelar el bienestar del menor. Como abogado experto en derecho de familia en Milán, el abogado Marco Bianucci asiste a los padres en el manejo de estas situaciones, garantizando que cada decisión sea ponderada y legalmente impecable.
La ley italiana, en particular el artículo 337-ter del Código Civil, establece el principio de responsabilidad parental compartida. Esto significa que las decisiones de mayor interés para los hijos, como las relativas a la educación, la formación, la salud y la elección de la residencia habitual, deben ser tomadas de común acuerdo por ambos progenitores. El traslado de residencia del menor entra de lleno en esta categoría, ya que incide profundamente en su vida cotidiana, en sus hábitos, en sus relaciones escolares y de amistad, y en la relación con el progenitor no custodio. Por lo tanto, el consentimiento del otro progenitor es un requisito imprescindible, independientemente del régimen de custodia, ya sea compartido o exclusivo.
En caso de desacuerdo, el progenitor que pretenda trasladarse no puede actuar de forma autónoma. Proceder sin autorización constituiría un ilícito que podría tener graves repercusiones, tanto en el plano civil como, en algunos casos, penal. La única vía posible es la de recurrir al Tribunal competente. Será el juez, tras haber escuchado a ambos progenitores y, si es oportuno, también al menor que haya cumplido los doce años, quien decida. La evaluación del juez estará siempre guiada por el supremo interés del menor, analizando si el traslado propuesto representa una mejora efectiva de sus condiciones de vida o si, por el contrario, puede causarle un perjuicio.
Abordar una cuestión tan sensible requiere no solo competencia jurídica, sino también una visión estratégica y un enfoque empático. El enfoque del abogado Marco Bianucci, abogado experto en derecho de familia en Milán, se basa en un análisis profundo y personalizado de cada caso individual. El primer paso es siempre explorar la posibilidad de un acuerdo consensuado. Una mediación bien llevada puede resolver a menudo el conflicto, permitiendo a los padres encontrar una solución compartida que satisfaga las necesidades de todos y preserve la serenidad del hijo.
En caso de que el desacuerdo persista y sea necesario recurrir al Tribunal, el Despacho de Abogados Bianucci se encarga de construir una sólida argumentación para respaldar la solicitud u oposición al traslado. Se recopilan y presentan al juez todos los elementos necesarios para demostrar la solidez de la propia posición: la estabilidad de la nueva oportunidad laboral, la calidad del centro educativo elegido, la presencia de una red familiar de apoyo en la nueva ciudad y cualquier otro factor que pueda acreditar que el traslado es ventajoso para el menor. El objetivo es proporcionar al juez un panorama completo y transparente para permitirle tomar la decisión más justa para el futuro del niño.
Trasladar la residencia del hijo sin el consentimiento del otro progenitor o la autorización del juez es un acto ilegítimo. Las consecuencias pueden ser muy graves: el progenitor que se oponga puede solicitar al Tribunal una medida de urgencia para el regreso del menor. Este comportamiento también puede ser evaluado negativamente en sede de revisión de las condiciones de custodia y, en los casos más graves, puede integrar el delito de sustracción de personas incapaces, previsto por el artículo 574 del Código Penal.
El juez autoriza el traslado solo si considera que responde al interés preeminente del menor. Los motivos considerados válidos incluyen, por ejemplo, una oferta de trabajo significativamente mejor para el progenitor solicitante, que se traduzca en mayores oportunidades económicas y de estabilidad para el hijo; la posibilidad de garantizar al menor una mejor educación o atención médica especializada no disponible en el lugar de residencia actual; la reunificación con una sólida red de apoyo familiar (como los abuelos) que pueda contribuir positivamente al crecimiento del niño.
Los plazos para una decisión del Tribunal no son estándar y pueden variar en función de la carga de trabajo de la oficina judicial y de la complejidad del caso. Generalmente, un procedimiento de este tipo puede requerir varios meses. Es importante iniciar el procedimiento con suficiente antelación a la fecha prevista para el traslado. En situaciones de urgencia probada, es posible solicitar medidas provisionales, pero su concesión no es automática y depende de la evaluación del juez.
Sí, incluso en caso de custodia exclusiva, el progenitor custodio no puede decidir unilateralmente el traslado de residencia del hijo. Como especifica la jurisprudencia, esta es una decisión de administración extraordinaria que requiere el consentimiento de ambos progenitores. El progenitor no custodio conserva el derecho-deber de vigilar la educación y formación del hijo y, por lo tanto, puede oponerse al traslado, llevando la cuestión a la atención del juez, quien decidirá siempre y solo en interés del menor.
Las cuestiones relativas al traslado de residencia de un hijo menor son complejas y están cargadas de implicaciones emocionales y legales. Tomar decisiones precipitadas o sin una adecuada asesoría puede comprometer sus derechos y, sobre todo, el bienestar de su hijo. Si está valorando un traslado o se encuentra gestionando la oposición del otro progenitor, es esencial confiar en un profesional. El abogado Marco Bianucci, con consolidada experiencia como abogado especialista en divorcios y derecho de familia, ofrece asesoramiento y asistencia legal en su despacho de Milán, en via Alberto da Giussano 26. Contacte con el despacho para una evaluación cuidadosa y estratégica de su caso.