La reciente ordenanza de la Corte de Casación, n.º 31730 del 10 de diciembre de 2024, ofrece importantes reflexiones sobre la responsabilidad civil en materia de productos alimentarios y el respeto de las pericias técnicas en el proceso. El caso se origina en un malestar sufrido por A.A. debido a un producto alimentario contaminado, y se desarrolla a través de varios grados de juicio, culminando con la decisión de la Corte Suprema que acogió el recurso del perjudicado.
El recurrente, A.A., sufrió daños tras la ingestión de un alimento infestado de insectos, comprado en Iperfamila, ahora en liquidación. El Tribunal de Catania había reconocido inicialmente la responsabilidad de la sociedad vendedora, condenándola a indemnizar el daño cuantificado en 3.000 euros. Sin embargo, la Corte de Apelación acogió el recurso incidental de la sociedad, imponiendo a PEDON Spa que liberara a Iperfamila, creando confusión sobre la responsabilidad final y la cuantía de la indemnización.
La Corte destacó la necesidad de una motivación adecuada cuando el juez se aparta de las conclusiones de la pericia judicial.
A.A. impugnó la sentencia de apelación por tres motivos principales: defecto de motivación, contradicción y violación de la obligación de motivar del juez. En particular, el recurrente sostuvo que la Corte de Apelación no consideró adecuadamente las pruebas aportadas por la pericia técnica, que acreditaban un nexo causal entre el malestar y el evento dañoso. Además, impugnó la supuesta falta de documentación médica relativa a sus condiciones de salud preexistentes.
La Casación, al acoger el recurso, subrayó que el juez que se aparta de las conclusiones de la pericia debe proporcionar una motivación específica y bien argumentada. La Corte observó que la sentencia recurrida no cumplía estos requisitos, presentando una motivación aparente y genérica. Este aspecto es crucial, ya que evidencia la importancia de la transparencia y la coherencia en las decisiones judiciales, especialmente en casos complejos como el que nos ocupa.
En conclusión, la sentencia n.º 31730/2024 de la Corte de Casación representa un importante recordatorio de la importancia de la motivación en las decisiones jurídicas y de la correcta aplicación de las pericias técnicas. La Corte remitió la cuestión a la Corte de Apelación de Catania, subrayando la necesidad de un reexamen exhaustivo y motivado de las pruebas y los daños lamentados por A.A., garantizando así un proceso justo y una tutela adecuada de los derechos del ciudadano.