La sentencia n.º 32764 del 11 de julio de 2024 representa un importante avance en la jurisprudencia italiana relativa a los delitos sexuales, en particular aquellos que involucran a víctimas menores de edad. La Corte de Casación, de hecho, ha abordado cuestiones delicadas relativas a la validez y fiabilidad de las declaraciones prestadas por menores, aclarando algunos puntos fundamentales que merecen ser profundizados.
El núcleo de la sentencia se refiere a la progresión declarativa de las víctimas menores. La Corte ha establecido que la secuencia de las declaraciones proporcionadas por una persona ofendida menor de edad no debe interpretarse automáticamente como un indicio de falta de fiabilidad. En otras palabras, el hecho de que un menor pueda ofrecer diferentes versiones de un suceso no implica necesariamente que esté mintiendo o que sus declaraciones deban considerarse no fiables.
Progresión declarativa por parte de víctima menor de delitos sexuales - Presunción de falta de fiabilidad de las declaraciones prestadas - Inexistencia - Presunción de desgaste de la fuente declarativa - Inexistencia. En materia de evaluación de la prueba testifical, la progresión declarativa que caracteriza las revelaciones de la persona ofendida menor, víctima de delitos sexuales, no es, de por sí, indicativa de la falta de fiabilidad de la fuente, ni la pluralidad de sus audiciones determina necesariamente su desgaste.
Esta máxima evidencia un enfoque más sensible y respetuoso hacia las víctimas menores, poniendo el acento en el hecho de que las dificultades para recordar y relatar experiencias traumáticas no deben ser utilizadas en su contra.
Las implicaciones prácticas de esta sentencia son significativas y pueden influir en la forma en que se gestionan los casos de delitos sexuales en sede judicial. Es importante considerar que:
Estos aspectos son cruciales para garantizar una justicia equitativa y sensible, especialmente en casos que involucran a sujetos vulnerables.
En conclusión, la sentencia n.º 32764 de 2024 de la Corte de Casación representa un importante avance en la protección de los derechos de las víctimas menores de delitos sexuales. Establece principios claros sobre la evaluación de las declaraciones prestadas por menores, contribuyendo a una mayor justicia y tutela para quienes han sufrido traumas tan graves. Este enfoque refleja un cambio de paradigma fundamental, poniendo el acento en la necesidad de escuchar y respetar las voces de las víctimas, en lugar de juzgarlas basándose en criterios de falta de fiabilidad preestablecidos.