Sufrir un daño a causa de un error médico es una experiencia profundamente traumática, que mina la confianza en el sistema sanitario y deja consecuencias físicas y psicológicas duraderas. Comprendemos que en estos momentos de vulnerabilidad, orientarse en el complejo mundo legal puede parecer un obstáculo insuperable. El objetivo de esta guía es aclarar el derecho a la indemnización por negligencia médica, ilustrando los pasos necesarios para proteger sus derechos. Como abogado experto en indemnización por daños en Milán, el Abog. Marco Bianucci apoya a las víctimas de negligencia médica con un enfoque basado en la competencia, la transparencia y un análisis riguroso de cada caso individual.
En Italia, la responsabilidad sanitaria está regulada por normativas precisas, en particular por la Ley n. 24/2017 (conocida como Ley Gelli-Bianco), que introdujo importantes novedades al respecto. Un error médico se configura cuando un daño a la salud del paciente es causado por una conducta negligente, imprudente o inexperta del personal sanitario o por una deficiencia organizativa de la estructura hospitalaria. Para obtener una indemnización, es fundamental demostrar la relación de causalidad, es decir, el vínculo directo entre el error cometido y el daño sufrido por el paciente. La ley distingue además la responsabilidad de la estructura sanitaria, de naturaleza contractual, de la del médico individual, que puede ser contractual o extracontractual según el contexto en el que haya operado.
El daño sufrido por una víctima de negligencia médica no es solo físico, sino que involucra toda la esfera de la persona. Por este motivo, la indemnización tiene como objetivo compensar diversas tipologías de perjuicio. El daño biológico representa la lesión a la integridad psico-física de la persona, evaluada por un médico forense en términos de invalidez temporal y permanente. A esto se suma el daño moral, que restaura el sufrimiento interior y el desasosiego padecidos. Finalmente, el daño patrimonial cubre las pérdidas económicas directas, como los gastos médicos incurridos y futuros, y las pérdidas de ingresos derivadas de la imposibilidad de desempeñar la propia actividad laboral.
Abordar una solicitud de indemnización por negligencia médica requiere una estrategia clara y multidisciplinar. El enfoque del Abog. Marco Bianucci, abogado experto en indemnización por daños en Milán, se fundamenta en un análisis preliminar exhaustivo y gratuito de la documentación clínica. Este primer paso es esencial para evaluar la real solidez del caso. Posteriormente, el despacho se vale de la colaboración de un equipo de médicos forenses y especialistas de confianza, cuyo dictamen técnico es crucial para constatar la responsabilidad médica y cuantificar con precisión el daño. Solo después de haber construido una sólida base probatoria, se procede con la solicitud de indemnización, privilegiando la vía extrajudicial para una resolución más rápida y, solo si es necesario, emprendiendo la acción judicial.
La demostración de un error médico se basa en tres elementos fundamentales: la conducta errónea del sanitario o de la estructura, el daño sufrido por el paciente y la relación de causalidad entre ambos. La prueba principal está constituida por la documentación clínica (historial médico, exámenes, informes) y, sobre todo, por un peritaje médico-legal de parte. Este documento, redactado por un médico especialista, analiza el caso y certifica si la conducta de los sanitarios ha sido conforme a las directrices y a la buena práctica clínica.
Los plazos de prescripción son un aspecto crucial. El paciente tiene 10 años para actuar directamente contra la estructura sanitaria (hospital, clínica), ya que se trata de responsabilidad contractual. El plazo se reduce a 5 años si se pretende actuar contra el médico individual que no haya operado dentro de una relación contractual directa con el paciente. Estos plazos se computan desde el momento en que el paciente ha descubierto o hubiera podido descubrir el daño y su imputabilidad al error médico.
La indemnización integral debe cubrir todos los perjuicios sufridos. Incluye el daño no patrimonial (daño biológico por lesión física y psíquica, daño moral por el sufrimiento) y el daño patrimonial. Este último comprende tanto los gastos directos incurridos y por incurrir (gastos médicos, farmacéuticos, de asistencia), como la pérdida de ingresos debida a la reducción de la capacidad laboral, temporal o permanente.
Si considera que ha sido víctima de un error médico, el primer paso es comprender plenamente sus derechos y las posibilidades de acción. El Despacho de Abogados Bianucci en Milán ofrece una primera consulta para analizar su situación, evaluar la documentación médica y proporcionarle un dictamen claro y honesto sobre la viabilidad de una solicitud de indemnización. El objetivo del Abog. Marco Bianucci es proporcionar una asistencia legal competente y humana, guiándole a través de un camino complejo con profesionalidad y transparencia. Contacte con el despacho para fijar una cita y recibir el apoyo necesario para obtener justicia.