La separación es un camino complejo que involucra aspectos emocionales, personales y patrimoniales. Entre las cuestiones prácticas a resolver, la gestión del coche familiar representa a menudo una fuente de incertidumbre y conflicto. No se trata solo de un bien material, sino de una herramienta esencial para la vida cotidiana, para llevar a los hijos al colegio o para ir al trabajo. Comprender cómo la ley regula el uso y la propiedad del vehículo es el primer paso para encontrar una solución justa y funcional. Como abogado matrimonialista en Milán, el abogado Marco Bianucci aborda estas problemáticas con un enfoque dirigido a prevenir futuros litigios, garantizando claridad y protección para sus clientes.
Es fundamental distinguir entre la propiedad del vehículo, que resulta de la titularidad en el Registro Público Automovilístico (PRA), y el derecho a su uso. La normativa italiana, en caso de separación, privilegia el interés y el bienestar de los hijos. En consecuencia, el juez tiende a asignar el coche familiar al cónyuge custodio, es decir, aquel con quien los hijos viven predominantemente, independientemente de quién sea el propietario efectivo. Esta decisión tiene como objetivo no alterar las costumbres de los menores y garantizar al progenitor custodio la movilidad necesaria para sus necesidades diarias, como el colegio, las actividades deportivas o las visitas médicas.
Si la pareja no tiene hijos, o si los hijos son económicamente autosuficientes y no conviven, el criterio del interés de la prole ya no es aplicable. En este escenario, el derecho de propiedad vuelve a ser el factor determinante. El automóvil permanece a disposición del cónyuge que es el único titular. En el caso de un coche copropietario, los cónyuges deberán llegar a un acuerdo: uno de los dos puede liquidar la cuota del otro, o se puede proceder a la venta del vehículo con división del beneficio.
Abordar la cuestión del coche familiar requiere pragmatismo y una visión estratégica. El enfoque del abogado Marco Bianucci, abogado con consolidada experiencia en derecho de familia en Milán, se centra en la búsqueda de soluciones consensuales que puedan formalizarse en los acuerdos de separación. El objetivo es definir claramente no solo la asignación del vehículo, sino también la distribución de todos los gastos asociados: impuesto de circulación, seguro, mantenimiento ordinario y extraordinario. Una regulación precisa y escrita previene malentendidos y conflictos futuros, asegurando que los acuerdos alcanzados sean sostenibles y respetados en el tiempo. El despacho se compromete a analizar la situación patrimonial y las necesidades de movilidad de ambos cónyuges para estructurar el acuerdo más equilibrado posible.
En presencia de hijos menores o no autosuficientes, el coche se asigna generalmente al progenitor custodio para proteger las necesidades de movilidad de la prole. En ausencia de hijos, el vehículo permanece al cónyuge titular. Si es copropietario, es necesario un acuerdo entre las partes.
Los gastos de uso, como combustible y mantenimiento ordinario, corren a cargo de quien usa el vehículo. El impuesto de circulación y el seguro, al estar ligados a la propiedad, permanecen a cargo del titular, salvo acuerdo distinto entre los cónyuges que pueda formalizarse en sede de separación. Los gastos de mantenimiento extraordinario son a menudo objeto de acuerdos específicos.
Si el coche es copropietario, los cónyuges deben encontrar una solución. Las opciones más comunes son: la venta del vehículo con división del beneficio; la compra de la cuota del otro por parte de uno de los dos cónyuges; o un acuerdo sobre el uso alterno, aunque esta última sea una solución a menudo poco práctica.
No, si la providencia del juez ha asignado el uso del coche al cónyuge custodio para las necesidades de los hijos, el propietario no puede venderlo libremente, ya que esto lesionaría el derecho de uso establecido por el tribunal. Cualquier decisión de venta debe ser acordada o autorizada por el juez.
La gestión de bienes muebles registrados durante una separación requiere competencia y atención a los detalles para evitar decisiones apresuradas que podrían tener consecuencias negativas a largo plazo. Si está atravesando esta situación y necesita una consulta clara y profesional, puede dirigirse al Despacho de Abogados Bianucci. El abogado Marco Bianucci, abogado experto en derecho de familia, evaluará su situación específica para definir la estrategia más adecuada para proteger sus intereses. El despacho se encuentra en Milán, en via Alberto da Giussano, 26.