La violencia doméstica es un fenómeno complejo que involucra dinámicas de poder y control dentro de las relaciones familiares. Se manifiesta a través de diversas formas de abuso que pueden ser físicas, psicológicas, sexuales o económicas.
La violencia doméstica se refiere a comportamientos agresivos y coercitivos ejercidos por una pareja, un familiar o un conviviente. Estos comportamientos no se limitan a episodios aislados, sino que a menudo se repiten en el tiempo, creando un clima de miedo y sumisión.
En Italia, la violencia doméstica es un delito castigado severamente por el código penal. Las penas varían según la gravedad del delito y las circunstancias agravantes. Las sanciones pueden incluir la reclusión y medidas restrictivas contra el agresor.
Para proteger a las víctimas, la ley prevé diversas medidas, entre las que se incluyen:
- Orden de protección: una medida del juez que prohíbe al agresor acercarse a la víctima.
- Asistencia psicológica y legal: apoyo para afrontar las consecuencias del abuso y emprender acciones legales.
- Alojamiento en casas de refugio: estructuras seguras que ofrecen hospitalidad a las víctimas de violencia.
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