El delito de stalking representa una de las formas de violencia psicológica más insidiosas y sutiles, que puede minar gravemente la serenidad de las víctimas. En Italia, este delito se introdujo en el código penal con el artículo 612-bis, con el fin de proteger a quienes sufren conductas persecutorias repetidas en el tiempo.
El stalking se configura cuando una persona, a través de una serie de comportamientos molestos e insistentes, provoca en la víctima un estado de ansiedad y miedo persistente. Estas acciones deben ser tales que generen un temor concreto por la propia seguridad o por la de personas queridas, obligando a la víctima a modificar sus hábitos de vida.
Enfrentar una situación de stalking puede ser extremadamente complejo y delicado. Es fundamental actuar con prontitud y con el apoyo de un abogado experto para hacer valer sus derechos y obtener las medidas de protección necesarias.
"La justicia nunca debe ser un camino solitario, sino un camino que se debe recorrer con el apoyo adecuado."
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