Sufrir una lesión a la integridad física o psíquica representa una experiencia profundamente difícil, cuyas consecuencias se extienden mucho más allá del malestar inmediato. En términos legales, esta afectación se define como daño biológico y constituye una de las partidas de daño más importantes por las que se puede obtener una indemnización. Comprender los propios derechos y las formas de hacerlos valer es el primer paso para obtener la justa reparación. En este contexto, la asistencia de un abogado experto en indemnización de daños en Milán, como el Dr. Marco Bianucci, es fundamental para navegar la complejidad de los procedimientos y asegurar una protección completa.
El derecho a la indemnización por daño biológico encuentra su fundamento en el principio constitucional de la tutela de la salud. La normativa italiana, en particular los artículos 2043 y 2059 del Código Civil, establece que quien sufra un daño injusto tiene derecho a ser indemnizado. El daño biológico es una lesión a la integridad psico-física de la persona, susceptible de verificación médico-legal, que incide negativamente en las actividades cotidianas y en las relaciones de vida del perjudicado, independientemente de posibles repercusiones en su capacidad de generar ingresos. Se distingue principalmente en dos categorías: la invalidez temporal, que concierne al período de enfermedad y convalecencia, y la invalidez permanente, que representa la menoscabo que queda tras la curación.
La cuantificación de este daño no es arbitraria, sino que sigue criterios precisos. Para las lesiones de leve entidad (hasta 9 puntos de invalidez) se recurre a parámetros legales específicos, mientras que para las lesiones más graves se utilizan las llamadas Tablas del Tribunal de Milán. Estas tablas, por su exhaustividad y precisión, han sido reconocidas por la Corte de Casación como el referente unívoco a nivel nacional para la liquidación del daño biológico, garantizando un tratamiento equitativo y uniforme en todo el territorio italiano.
El enfoque del Dr. Marco Bianucci, abogado con consolidada experiencia en indemnización de daños en Milán, se basa en un análisis estratégico y personalizado de cada caso individual. La prioridad es garantizar que el cliente reciba una indemnización que cubra integralmente el perjuicio sufrido. El proceso comienza con una cuidadosa evaluación de la documentación médica y de las circunstancias del siniestro. Posteriormente, el bufete se vale de la colaboración de peritos médico-legales de confianza para redactar un dictamen detallado, que verifique con precisión la naturaleza y la entidad de las lesiones y cuantifique las secuelas permanentes. Este documento es crucial tanto en la fase extrajudicial, para negociar con las compañías de seguros, como en un eventual juicio. El objetivo es siempre definir la controversia de la manera más rápida y eficaz posible, protegiendo los intereses del cliente en cada fase del proceso.
El cálculo de la indemnización se basa en una evaluación médico-legal que asigna una puntuación porcentual a la invalidez permanente y un número de días a la temporal. Estos valores se introducen luego en las tablas de referencia, como las del Tribunal de Milán, que convierten los puntos de invalidez en un importe económico, teniendo en cuenta también la edad del perjudicado. Al valor así obtenido se añaden luego las otras partidas de daño, como el daño moral y los gastos médicos incurridos.
Las Tablas del Tribunal de Milán son un instrumento de cálculo utilizado para liquidar el daño biológico derivado de lesiones graves (superiores a 9 puntos de invalidez). Proporcionan un valor monetario por cada punto de invalidez, que varía en función de la edad de la persona perjudicada en el momento del siniestro. Gracias a su aplicación consolidada y al respaldo de la jurisprudencia, garantizan un criterio de evaluación uniforme en toda Italia.
Los plazos de prescripción para la solicitud de indemnización varían según la naturaleza del hecho que causó el daño. Generalmente, para los daños derivados de hecho ilícito (como un accidente de tráfico), el plazo es de dos años. Si el hecho constituye delito, los plazos pueden ser más largos y coinciden con los de prescripción del propio delito. Es fundamental actuar con prontitud para no perder el derecho a la indemnización.
Sí, el sufrimiento interior, la angustia y la perturbación como consecuencia de la lesión física entran dentro del llamado daño moral subjetivo. Esta partida de daño se liquida generalmente de forma equitativa, a menudo como una personalización al alza del valor calculado para el daño biológico según las tablas, para tener en cuenta el sufrimiento específico padecido por la víctima.
Afrontar las consecuencias de un daño a la persona requiere competencia y determinación. Si considera que ha sufrido un daño biológico y desea obtener la justa indemnización, es esencial confiar en un profesional que pueda guiarle con claridad y profesionalidad. El Dr. Marco Bianucci ofrece en Milán asistencia legal orientada a la protección de sus derechos. Contacte con el Bufete de Abogados Bianucci para una evaluación exhaustiva de su caso y para definir la estrategia más eficaz para el logro de sus objetivos.