Enfrentar una situación de violencia doméstica o maltrato familiar es una experiencia devastadora, que deja profundas heridas emocionales y psicológicas. Romper el silencio y buscar ayuda requiere un coraje inmenso. Es fundamental saber que el ordenamiento jurídico italiano ofrece herramientas concretas para proteger a las víctimas y sancionar a los responsables, no solo penalmente, sino también a través de la indemnización de todos los daños sufridos. Comprender los propios derechos es el primer y esencial paso para salir de una espiral de abusos y reivindicar la propia dignidad y seguridad.
En este contexto, el apoyo de un profesional es crucial. El enfoque del abogado Marco Bianucci, en calidad de abogado penalista en Milán con consolidada experiencia en la protección de víctimas de delitos, está dirigido a proporcionar una asistencia legal completa: desde la evaluación de las medidas de protección más urgentes hasta la gestión del procedimiento penal, pasando por la solicitud de una justa indemnización. El objetivo es transformar el sufrimiento en un camino de justicia y reconstrucción personal.
El delito de referencia en estas situaciones es el de maltrato contra familiares o convivientes, regulado por el artículo 572 del Código Penal. Esta norma no castiga un solo episodio, sino una serie de comportamientos habituales y vejatorios que imponen a la víctima un régimen de vida doloroso y humillante. No se trata necesariamente solo de violencia física; entran en el maltrato también las agresiones verbales, las humillaciones constantes, las amenazas, las privaciones económicas y el aislamiento social, cuando estos actos son reiterados en el tiempo y crean un clima de miedo y sufrimiento.
La víctima del delito de maltrato tiene derecho a solicitar la indemnización de los daños sufridos. El instrumento jurídico más eficaz para hacerlo es la constitución de parte civil dentro del proceso penal. De esta manera, la persona ofendida no es solo un testigo, sino que se convierte en una parte real del proceso, pudiendo presentar pruebas, solicitar el interrogatorio de testigos y, sobre todo, presentar una solicitud formal de indemnización directamente al juez penal. Esta elección estratégica permite concentrar en un único juicio tanto el esclarecimiento de la responsabilidad penal del imputado como la cuantificación del daño a indemnizar.
El daño sufrido por una víctima de violencia doméstica es complejo y multiforme. La solicitud de indemnización puede y debe incluir diversas partidas, para reflejar la totalidad del perjuicio sufrido. Las principales categorías de daño son: el daño biológico, entendido como la lesión a la integridad psico-física de la persona, que se puede constatar mediante peritaje médico-legal; el daño moral, que representa el sufrimiento interior y el padecimiento del alma causados por el delito; y el daño existencial, que consiste en el empeoramiento de la calidad de vida y la renuncia forzada a actividades y relaciones que antes enriquecían la existencia de la víctima. A estas se suma, finalmente, el daño patrimonial, relativo a todos los gastos incurridos (atención médica, terapias psicológicas) y a las pérdidas de ingresos como consecuencia de los abusos.
El enfoque del Estudio Legal Bianucci se basa en dos pilares: la protección inmediata de la víctima y la construcción de una sólida estrategia procesal. La primera consulta se dedica a la escucha empática y reservada de la situación, con el objetivo primordial de identificar las medidas más urgentes para garantizar la seguridad de la persona y de sus familiares, como la solicitud de una orden de alejamiento del hogar familiar o la prohibición de acercamiento.
Posteriormente, el abogado Marco Bianucci, abogado experto en derecho penal en Milán, elabora una estrategia defensiva específica. Esto incluye la recopilación meticulosa de todas las pruebas necesarias para respaldar la acusación: informes médicos, testimonios, mensajes, grabaciones y peritajes psicológicos. La constitución de parte civil se prepara con la máxima atención para cuantificar de forma precisa cada partida de daño, asegurando que la solicitud de indemnización sea equitativa y completa, teniendo en cuenta cada aspecto del sufrimiento padecido por la víctima.
Denunciar es un acto de coraje que activa la protección del Estado. La ley prevé medidas cautelares específicas para proteger a la víctima, como el alejamiento de urgencia del autor del delito del hogar familiar y la prohibición de acercarse a los lugares frecuentados por la persona ofendida. El riesgo no está en la denuncia, sino en el silencio. Un abogado experto puede asistirla desde el primer momento para activar inmediatamente estos instrumentos de protección.
El delito de maltrato familiar es perseguible de oficio. Esto significa que no hay plazos de caducidad para presentar la denuncia (querella). Sin embargo, es fundamental actuar lo antes posible. Una denuncia temprana permite recopilar pruebas más eficaces, interrumpir la conducta criminal y activar de inmediato las medidas de protección necesarias para garantizar su seguridad y la de sus seres queridos.
La cuantificación de la indemnización es un proceso complejo. El daño biológico se calcula en base a tablas médico-legales que asignan un valor económico a los puntos de invalidez permanente o temporal. El daño moral y existencial, en cambio, es liquidado por el juez de forma equitativa, es decir, sobre la base de una evaluación que tiene en cuenta la gravedad de los hechos, su duración y el impacto en la vida de la víctima. El daño patrimonial se prueba documentalmente. La asistencia de un letrado es indispensable para valorar correctamente cada partida de daño.
Si está viviendo una situación de violencia o maltrato, el primer y más difícil paso es pedir ayuda. El abogado Marco Bianucci y su estudio legal en Milán están listos para escucharla con la máxima confidencialidad y proporcionarle las herramientas legales para proteger su integridad y obtener la justa indemnización. Un soporte legal cualificado no solo garantiza la protección de sus derechos, sino que representa un apoyo fundamental en el camino para salir de la violencia. Contacte el estudio en Via Alberto da Giussano, 26 para una evaluación de su caso y para definir una estrategia de protección personalizada.