Sustracción internacional de menores: análisis de la Cass. civ., Sez. I, Ord. n. 23315 de 2021
La reciente ordenanza de la Corte de Casación, Sección I, n. 23315 de 2021, representa un importante punto de referencia para la jurisprudencia italiana en materia de sustracción internacional de menores. Este caso específico ha puesto de relieve cómo el derecho del menor a mantener lazos familiares y su integración social son prioridades absolutas frente a la mera cuestión del retorno.
El caso específico
El Tribunal de Menores de Florencia, con decreto del 5 de junio de 2019, había desestimado la solicitud del Ministerio Público de repatriar a (OMISSIS) al menor P.K.P., trasladado a Italia por su madre, D.K., contra la voluntad del padre, P.B. La Corte consideró que la residencia habitual del menor debía considerarse ligada al contexto materno en Italia, donde había encontrado estabilidad e integración social.
El retorno del menor, según el Tribunal, habría sido contrario a su interés superior, exponiéndolo a riesgos psicológicos y privándolo de afectos consolidados.
Principios jurídicos aplicados
La Corte se basó en principios establecidos por el Convenio de La Haya de 1980 y la normativa europea, en particular el reglamento CE n. 2201/2003. En particular, el artículo 13 del Convenio de La Haya establece que la autoridad judicial puede rechazar el retorno si el menor se opone al regreso y si existen riesgos para su seguridad y bienestar.
- Interés superior del menor como principio prioritario.
- Reconocimiento de la madurez del menor en las decisiones que le conciernen.
- Importancia de la continuidad de las relaciones afectivas y sociales.
La Corte destacó que el traslado a Italia se había producido por necesidades económicas y no por rencor hacia el padre, y que el menor se encontraba bien en el nuevo contexto, demostrando además querer seguir viviendo en Italia.
Conclusiones
La sentencia de la Casación n. 23315 de 2021 reafirma la importancia de considerar el interés superior del menor en cada caso de sustracción internacional. Es fundamental que los jueces tengan en cuenta no solo la legalidad del traslado, sino también las consecuencias prácticas y psicológicas que el retorno podría acarrear. Este caso subraya cómo las decisiones relativas a los menores deben guiarse siempre por su estabilidad emocional y por las relaciones familiares consolidadas, para garantizar un futuro sereno e integrado.
